domingo, 30 de septiembre de 2007

En NY preguntan por la energía

ERNESTO GUTIERREZ

El Consejo de las Américas congregó la semana pasada a las grandes personalidades de la política continental: tu-vimos un desayuno con Evo Morales, otro con Michelle Bachelet, almuerzos con Antonio Saca de El Salvador, con Néstor Correa de Ecuador, y con Alvaro Uribe. En el medio, uno con la candidata presidencial Cristina Kirchner. Son actividades entre lo político y lo
social. Algunos fueron públicos, como el de Cristina, que reunió a cien-tos de personas; otros muy interesantes son cerrados y asisten cinco o seis personas. Hubo uno privado con Saca, y otro con Correa, y tienen mucho off the record. La se-mana permitió una percepción de todo lo que está sucediendo en el continente. En el medio, un recital de Genesis en el Madison Square Garden: alucinante.
La más convocante e interesante fue Cristina, seguida por el colombiano Uribe, que reunió a 200 personas. Pero para CK se anotaron unas 500 y finalmente asistieron 400. La Argentina genera mucha expectativa. Y eso que no hablaba el Presiden-te, sino la candidata. Ella generaba esta atracción. Había una doble atracción, el país, y Cristina. En EE.UU. hay una analogía entre Néstor y Cristina Kirchner y Bill y Hillary Clinton. Eso le daba un condimento adicional.
Desde lo empresarial, la Argentina en América latina ha agotado su capacidad estructural primaria. Después de haber crecido detrás de China y la India los últimos cuatro años, se agotó la capacidad ociosa en infraestructura básica.
Un país que crece al 9% genera mucha más atracción. Se percibe que el vien-to de cola va a seguir, y las necesidades estructurales continuarán. Y más al que más crece, como Argentina. Por eso el interés de las eléctricas, petroleras, de infraestructura, industria pesada.
Había mucha más heterogeneidad que el año pasado cuando fue Kirchner, con asistentes preocupados por las finanzas, bonos, deuda. Acá no, en las mesas, se ha-
blaba siempre de la energía, las rutas, cómo . va la integración con Chile, con Uruguay, el gasoducto de Bolivia.
Cristina habló durante 40 minutos, y hubo 20 más de preguntas. Hizo hincapié en los logros de los últimos cuatro años durante el 60% de la disertación. Y después, del futuro, los pilares de su gestión. Primero la infraestructura, y en especial al tema energético, que era de los más taquilleros. Segundo, la tecnología, que logró escalar porque siempre está número 35 de un discurso. En tercer lugar, las instituciones, queriendo dar un marco de profundización de la gestión institucional, donde la seguridad jurídica se apoya en el desarrollo de las instituciones.
La "plataforma": en el pasado se hizo un escalón, pero el próximo será basado en estas tres cosas. Después, muchas preguntas y poco tiempo. Apenas pudimos comer, en 45 Minutos.
En la sobremesa, las charlas destacaron la excelente presentación, con contenido sólido. Mi percepción personal es que fue muy estudiado. Cristina Kirchner no dejó lugar a la improvisación. Entre los demás comensales, sólo se hablaba de una cosa: la analogía Hillary-Cristina.

´Presidente y CEO de Aeropuertos Argentina 2000